lunes, 21 de abril de 2008

El Leo....

Me encontraba plácidamente sentado en el Patatín de Goya esquina Doctor Esquerdo con mi amigo Jesusitos, tomando una coca y contándonos batallas. Lo cierto es que a tarde parecía de lo más normal, sábado, nuestras sendas parejas con sus sendos planes, y nosotros "de rodriguez" tan felices en el mencionado local. Estábamos sentados en la mesa más cercana a la puerta. Cuando llevábamos como unos 20 minutos, hizo acto de presencia en el patatín uno de los personajes principales de la historia, "el yonkarra". Era un yonki de lo más normal, pelo lleno de mierdecila, ropaje a juego con el pelaje, y un aspecto en general bastante demacrado. Pues bien, el yonkarra pasó directamente de la puerta de la entrada al servicio. No fue a más la historia. Jesusitos y yo seguimos contándonos la vida en verso cuando apenas sin darme cuenta, una mano se deslizó junto a mi hombro, dando alcance a mi teléfono móvil, situado sin ninguna precaución encima de la mesa. Como podréis imaginar, era el yonkarra, que no estaba dispuesto a marcharse de vacío, así que trincó el móvil y salió pitando por la puerta. Fue todo en un instante, cuando al percibir que el yonkarra hizo suyo el móvil, salté literalmente de la silla al instante, desplazando y tirando la silla al suelo, con lo que conseguí llamar la atención de todo el Patatín. Mi colega a cuadros, y yo pensando: "a este le doy captura con dos zancadas". Y efectivamente, en dos zancadas me situé a medio metro tras su espalda. A continuación, el yonkarra usó una táctica que pensándolo a posteriori fríamente, debía de tener bastante depurada, y no fue otra cosa que darse media vuelta, sacar una jeringuilla y amenazarme con ella aproximándome su parte punzante. Mi reacción, más rápida si cabe que cuando me levanté a por el, fue dar dos saltos atrás, volviéndome a meter en el Patatín. El panorama, de cojones: Mi colega flipando, los usuarios que en ese momento se encontraban en el local flipando junto a mi colega, y yo con el corazón en la boca al haber tenido mi primera experiencia con una jeringuilla usada. Acto seguido, vimos todo el local cómo el yonkarra pillaba su bicicleta marca BH con más años que la historia, y salía indemne y victorioso por la calle Goya con su bici y mi móvil, lo cual provocó que nos quedásemos todos los ahí presentes con una cara de gilipollas insólita. Como os dije, todo pasó en un instante. Para que os hagáis una idea, desde que el yonki trincó mi móvil hasta que le vimos salir con la bici, pudieron pasar no más de 10 segundos (intensos eh, muy intensos). Lo cierto es que la historia no tendría mucha chicha si se quedase ahí, pero debió de ser Dios, Mahoma, Buda o Confucio el que quiso que, en ese preciso instante en el que me encontraba yo en la puerta del patatín viendo cómo el yonkarra echaba piernas encima de su bici, hiciese acto de presencia el mayor calorro, tuneta, bakalurcio o como lo queráis llamar. Era "El Leo", el mayor calorro del barrio, subido en su no menos chungo Seat León Amarilo, tuneado hasta los tapones del aire de las ruedas, y su no menos chunga novia (cuyo nombre la historia no me permitió saber)a la que llamaremos "La Vane". El Leo, para que os hagáis una idea, era el típico calorrazo de "U en el pelo", pendiente en la ceja, sellos en los dedos y música de "Loca FM" a todo rabo en el coche. El Leo asomó la cabeza por la ventanilla, y habiendo visto lo sucedido con el yonki (estaba parado en el semáforo de la puerta cuando sucedió el robo), me miró y me dijo: "Eh tu, que te ha quitao el mierda ese??" Bueno, fonéticamente, la pregunta sonó algo así como " Eh tú, je te ha jitao el mierdas ese??" A partir de ese momento, creo que mis actos fueron totalmente involuntarios a la vez que nada meditados. Le respondí que el móvil, a lo que el Leo me dijo: "Sube sube, que le pillamos!!!!". Aún me pregunto cómo coño se me ocurrió subir al Seat León hiper tuneta del Leo, pero lo cierto es que acabé dentro. Me metí por la puerta trasera, y acabé sentado tras la Vane. El Leo le pegó un viaje al coche que no entiendo aún como no lo reventó, pero el caso es que en unos 10 o 15 segundos, nos encontrábamos tras la bici del Yonki. Una pregunta que entiendo verosímil en este momento es: ¿Cómo coño bajó el Leo al Yonkarra de su BH?". Esta gente es muy resuelta, optó por la técnica "medio embrague metido y acelerando a saco", con lo que colocado el morro del León a centímetros de la parte trasera de la BH, empezó a acojonarle haciendo un ruido infernal con el motor. Sacó la cabeza por la ventanilla y gritó a pleno pulmón: "TÚ!!! YONKI MIERDA!!!, BÁJATE YA, JE TE PASO POR ENCIMA CACHO MIERDA!!!" Os aclaro que la cita es textual, ya que quedó grabada en mi cabeza como en impronta. A la vez que le gritaba, le acercaba más y más el coche a la bici, y jugaba más fuerte con su embrague para intentar achantarle. La Vane, imagino que conocedora de los poco límites que debía de tener el Leo, entró en escena con un breve: "Leo para, para que la vamos a liar". Pero el yonkarra demostró tener unos nervios de acero, continuó con su paseo, y se metió con su bici en dirección prohibida. Ahí es cuando la gente suele pensar que el Leo le siguó por prohibida hasta darle caza, pero no. Hizo el giro permitido, en sentido opesto hacia donde había tirado el yonkarra, y se vino abajo, diciéndome: "joe tronjo, siento lo de tu móvil. Me volvió a llevar a el Patatín, muy amablemente él. Nos despedimos, y cuando bajé, en la puerta del Patatín estaba Jesusitos, flipando con lo ocurrido, de cómo se me había ocurrido meterme en el coche del Leo. Lo cierto es que me pareció un tio muy grande. Muy grande. Siempre le tendré en mis recuerdos. Poco más hay que contar, más que esa misma noche le tuve que contar lo sucedido a mi chica desde el fijo de mi casa.

Historia escrita por un usuario de cuéntame.

Un saludo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Con dos cojones....si señor!!!!, lo que me pregunto es... Y si le alcanzais que??
Le partes la cara por un movil??
O echas a correr otra vez'...jaja

Aunque a mi me quitan el movil y estoy corriendo detras de el hasta que se le seque la cadena de la BH

Anónimo dijo...

Pinch colega soy Nacho, solo decirte que ERES MUY GRANDE. Un abrazo crack.