martes, 1 de abril de 2008

Sorpresa, sorpresa.......

Por fin era viernes, y Jorge y sus colegas ya tenían todo listo para pasar, lo que se prometía, como un fin de semana memorable en las fiestas de Villaconejos, nada hacía presagiar lo que uno de esos efusivos jóvenes viviría y como aquel hecho marcaria su vida para siempre.
No había caído la media noche y Jorge, el Tito y el Pumuki, como le llamaban, ya contaban el alcohol ingerido por litros. Todo iba bajo lo estipulado en este tipo de situaciones. Su grado de alcoholismo no les impidió hacer la obligada ruta por los puestos de la feria, de hecho, y desafiando todas las reglas de la física y la cuántica, el Pumuki consiguió clavar los tres dardos dentro de los corazones, su agudo sentido del humor le llevó a elegir un peluche enorme que había con forma de anaconda, así que se acercó por la espalda de Jorge que estaba pidiendo mas kalimocho y se la enrosco por el cuello, se quedaron todos estupefactos al oír el afeminado grito que expiró el muchacho y su posterior desfallecimiento, imagínense.
Pasado el susto decidieron poner rumbo fijo, LAS NENAS. Estaban ya cerca de la zona de copas donde se concentraban el mayor número de chicas, todos estaban ya mentalizados para la caza, pero Pumuki no parecía contento con la broma gastada a su amigo Jorge, y señalando una mierda seca que un perro depositó allí seguramente hace días, se encargó de volver a recordar delante de todos aquella fatídica y nunca mejor dicho, desgarradora historia. Las risas se oían a kilómetros de distancia, pero Jorge ya estaba más que acostumbrado a ese tipo de bromas.
El ritual empezó y no tardaron los tres colegas en perderse entre diversos grupos de chicas con aparentes ganas de juerga, ya eran más de las dos y pronto descubrieron la ausencia de uno de ellos. JODER! que cabrón el Jorge, pensaron sus colegas, YA HA PILLAO¡¡. La luz de la luna indicó a Jorge y a su nueva amiga el camino hacia el coche, solo pudo ser la luz de la luna, porque con ese pedo era imposible que recordara tal dato. Pero bueno, allí estaban los dos mirándose como se miran dos desconocidos que se quieren echar un polvo. No tardó en arrancar el coche, más que lo que su cerebro tardó en procesar como se hacía, no tuvo que ir muy lejos para encontrar un sitio aparentemente íntimo, estaban en la orilla de un camino y solo algunas tenues luces de una carretera cercana atravesaban la ventanilla del coche para dar apenas forma a esos dos cuerpos semidesnudos besándose y acariciándose.
La cosa fue despacio, principalmente porque Jorge apenas era capaz de cerrar los ojos sin marearse, de hecho, una arcada en la cara de la chica le advirtió de la seriedad de la situación, (a quien no le ha pasado eso alguna vez). Los besos y las caricias se fueron sucediendo despacio pero constantes. Después de unos cuantos minutos el chaval se sintió con fuerzas, así que, empezó a imprimir un ritmo aun mayor, Sofía, que era el nombre de la chica, no parecía tener ningún problema. Sin embargo, es aquí donde empezarían los problemas para el joven Jorge.
La condensación en el interior del coche era la señal de que todo estaba preparado para entrar a matar, ya me entendéis, sin embargo, Jorge ante el total desconocimiento sobre esa chica que tenia debajo, quiso tocar el campo antes de pisarlo, no se si me explico. Sus dedos que empezaron a acariciar esa zona íntima de la chica se percataron de algo que dejó perplejo al chaval, prácticamente se quedo inmóvil, inerte ante todo estímulo, y en su cabeza solo se repetía una frase, ¡NO PUEDE SER!, tal estupefacción no le descuidó mas de unos segundos de el trabajo que estaba realizando, y se dijo así mismo, tengo que bajar a comprobar eso pero ya!.
Y efectivamente así lo hizo, cual sabandija se deslizó entre las piernas de la joven y cuando llegó allí, oh Dios!!! necesitó sus dos ojos para observar tal epopeya, porque dos eran las vaginas de la chica. Muchas cosas atravesaron su mente, algunas fútiles como el hecho de que masturbar a esa chica no distaba mucho de agarrar un pack de 6 cervezas, otras mucho mas profundas como el planteamiento de si realmente ,y en esa situación ,el problema era de ella por tener dos vaginas, o suyo por tener un solo pene, quien lo podía saber….. Lo que sí que no podía entender Jorge era porqué la chica no había dicho nada antes, ¿es qué acaso no se había dado cuenta? Sin embargo tal situación no pareció venirle grande al Joven, pues tapó tantos agujeros como pudo y a su vez todas las veces posibles, se ayudó necesariamente de una de sus manos para completar la faena pues pensó que ambos agujeros podrían ser totalmente independientes.
Mientras duró el fulgor de la batalla, lo único que se oyó en ese apartado camino fueron diversos gemidos, pero una vez terminó todo Jorge no sabía cual iba a ser la reacción de Sofía, la cual, no tardó en dirigirse a ella y decirle: ¿sabes qué tengo dos vaginas?, el chaval tragó saliva como el que se traga una bola de billar, y con una inquietante naturalidad y con el fin de no incomodar a la chica dijo, ¡!no jodas¡¡ pues no me había dado cuenta, las debes tener muy juntas, la chica sonrió y beso la mejilla del joven.
Lo último que Jorge supo de Sofía es que era feliz con un ejecutivo bilingüe en algún remoto lugar de Cuenca y el pobre Jorge nunca encontró su media naranja pues no pudo olvidar esa mirada tan profunda, que aquel día, Sofía le brindó.

Escrito por colaborador de cuéntame.

ESTA HISTORIA AUNQUE PAREZCA INCREIBLE, ES TOTALMENTE CIERTA…….

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